«Luís, presiento que este es el comienzo de una bella amistad»
Marruecos nos da la patada desde el punto fatídico. España se marcha del Mundial de Catar de la manera más cruel posible. El poderío físico se come al «tiki taka». Lucho, siempre en tu barco.
Ni orgulloso ni enfadado. El sentimiento es de decepción. Confiaba en ellos, como cuando tu amigo te dice que no le va a hablar a tu ex o como cuando tu madre te despierta a las ocho de la mañana diciéndote que son las once. Si bien es cierto, hacía tiempo que no veía tanta ilusión por la Selección. Tal vez fue el 7-0 a Costa Rica, observar a Gavi y Pedri dejar destellos de Iniesta y Xavi o ver a la resurrección de Don Luís Aragonés en Luís Enrique, entrenador al que cada palo de la prensa se la pela más, y ya sabemos cómo acabó esa historia en 2008…
«Luís, presiento que este es el comienzo de una bella amistad», esta fue la última frase de Humphrey Bogart en la película Casablanca, y que verdad, como te quiero Lucho, como vamos a dudar de una persona que se partió la cara por esta camiseta en el Mundial del 94, literalmente, tremendo codazo se llevó el pobre. En fin, que me enrollo. Un genio de los pies a la cabeza, el asesino de los cuñados que piden a Sergio Ramos, Capdevila y Marcos Senna en la Selección. Hasta ahora no todo ha ido viento en popa pero Roma no se construyó en un día. Entre stream y stream la verdad se asoma y aunque ahora estés «sin conexión» desde aquí te queremos como Leonor a Gavi.